Bolsas de plástico que no contaminan, ¡sí se puede!

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Son muchos años los que llevamos pensando que las bolsas de plásticos son un arma de destrucción masiva. Y vale, no nos falta razón si echamos la mirada atrás y vemos algunos datos. Ecologistas en Acción cifran que en España usamos unas 250 bolsas por habitante y año. Tanto su fabricación y distribución como su tratamiento posterior provocan importantes problemas ambientales. Se fabrican a partir del petróleo, un recurso no renovable, costoso, cada vez más escaso y responsable de la emisión de gases de efecto invernadero, es decir, del cambio climático. Son muchas las voces que abogan por su desaparición. Nosotros no aportamos por eso, creemos más en las empresas que intentan reinventarse, y siguen apostando por el plástico, pero en este caso reutilizable.

Una visita a ZoloPlast nos sirve para analizar estos detalles porque como puedes comprobar no todas las bolsas son las famosas del supermercado.

Bolsas para producto de descanso

El respeto por el medioambiente es una de nuestras principales premisas como fabricante de bolsas de plástico y lo reflejan en estas bolsas. Está hecho con materiales biodegradables para las bolsas de productos de descanso, como pueden ser las almohadas, cojines, almohadas de viaje, etc.

Bolsas para productos de género de punto

En este caso se tratan de unas bolsas protectoras de moda textil con materiales bio que ayudan a respetar la piel desde el embalaje. Pueden servir para camisetas, calcetines y moda interior. Además cuentan con el registro sanitario de estos productos, cuentan con fichas técnicas de cada uno de sus productos donde certifican la calidad de estos.

Packing shoping

Como contribución al respeto por el medioambiente, desde esta empresa, fabricante de bolsas de plástico, también comercializan bolsas de tejido no tejido para la compras. Y es que sí hay una forma de no contaminar, pero sabiendo usar el plástico, que es cierto que ha estado endemonizado pero no siempre tiene que ser así.

Bolsas de lavandería

Uno de los tipos de bolsas de polietileno específicos de este sector es la llamada bolsa cubre hombros. Tienen un orificio para dejar salir el gancho de la percha. Se utilizan para cubrir una o varias prendas que se encuentran colgadas en un perchero. Este tipo de bolsa la podemos fabricar con forma para los hombros o de corte recto, y en bobina precorte o sueltas. Por regla general tienen una longitud estándar para cubrir los distintos tipos de largos de las prendas: pantalones, americanas, vestidos, abrigos largos…Otro tipo de bolsa muy utilizada en las lavanderías son las bolsas para mantas y edredones. Necesitan un volumen alto de almacenaje, y así poder proteger por completo la prenda que se meta en su interior, llegando al cliente final en unas condiciones perfectas. Si hablamos de envolver ropa de poco peso o de cantidad menor podemos utilizar las bolsas de polietileno rectangulares.

Bolsas con cremallera

En esta empresa también fabrican y en stock bolsas con cremallera de tamaños 100% peronalizables por los clientes. Múltiples tamaños con cremalleras de alta calidad que hacen de nuestras bolsas la mejor opción para portar productos de textil hogar de gran tamaño como por ejemplo los edredones y las fundas nórdicas. Así puedes tener bolsas con cremallera con posibilidad de personalizar con el logotipo o la marca de la empresa.

Otras medidas

Sin embargo, también se pueden hacer otras cosas. Por ejemplo, hacer un pequeño esfuerzo desde la ciudadanía, los ayuntamientos, gremios de comerciantes y cadenas comerciales para animar al consumidor y a los comercios a sustituir las bolsas de plástico gratuitas por otro tipo de recipiente más resistente y duradero como son los que te hemos presentado hoy.

Los acuerdos voluntarios de sustitución o de cobro serían idóneos para frenar el consumo generalizado de bolsas. Pero como puede ser insuficiente, necesitamos además acciones decididas destinadas a limitar el consumo de bolsas de plástico.

También que el Gobierno grave el consumo indiscriminado y gratuito de bolsas de plástico con un impuesto ecológico lo suficientemente elevado para ser disuasorio. Ese dinero no lucraría al comerciante sino que se invertiría en investigación y desarrollo de tecnologías de producción limpia que minimicen la generación de residuos y en mecanismos para eliminar las bolsas de un solo uso. Ya se ha visto cuando se tuvo que pagar en los supermercados, la gente apostó por tener una conciencia más ecológica.

Si las empresas tuvieran mentalidad ecológica y apostaran además por las nuevas tecnologías se podría hacer la mezcla perfecta y poder confiar en este tipo de productos.