Sucede con relativa asiduidad que un movimiento o tendencia social (muchas veces no reconocido por las propias autoridades) termina integrándose tanto en la sociedad que muchas de las personas que lo representan terminan trabajando para empresas relacionadas con la actividad en cuestión. En los momentos en los que nos encontramos, hay varios ejemplos que ilustran lo que os estamos comentando y vamos a dedicar este artículo a uno de ellos: hablamos de una tendencia como lo es el grafiti. Y es que esta se ha convertido en una moda compartida entre buena parte de los países que conforman este planeta.
Muchas personas, cuando comenzó este movimiento, catalogaban a los grafiteros y grafiteras como delincuentes. En la sociedad se cometen muchas injusticias y la verdad es que esta es una de ellas. Disfrutar del arte urbano y vencer todo tipo de estereotipos relacionados con estas personas ha sido una de las cosas que hemos ido aprendiendo con el paso del tiempo. En la actualidad, podríamos decir que el arte urbano y el grafiti goza de la popularidad y la buena imagen que siempre han merecido y que, a buen seguro, van a mantener por muchos años que pasen.
Uno de los mejores ejemplos que ponen de manifiesto ese aumento de la popularidad que existe en España es el hecho de que, ahora, las ciudades presumen de arte urbano. En una noticia publicada en la página web de RTVE se hablaba de varias ciudades españolas en las que se puede disfrutar de este modelo de arte, que son las siguientes: Vitoria-Gazteiz, Barcelona, Zamora, Cuenca, Estepona, Madrid, Calpe, Vigo, Tudela o Valencia. Cualquiera de esos lugares es perfecto para disfrutar de un modelo de arte que se ha ganado por derecho propio un sitio en nuestras vidas.
El mundo del grafiti ya forma parte de nuestra sociedad con todas las de la ley. Y buena prueba de ello es el hecho de que hay cada vez más personas que, habiéndose dedicado o dedicándose todavía a este modelo de arte urbano, son contactadas por empresas relacionadas con el mundo del arte para formar parte de sus plantillas. Así nos lo comentan desde Artespray, quienes mantienen contacto con varios de los grafiteros y graiteras más importantes del panorama nacional. Esta situación nos agrada y deja claro que el grafiti ya no está visto como un acto de delincuencia por parte de quienes lo elaboran.
La gente, cada día más interesada en este tipo de arte
A día de hoy, es bastante habitual encontrarse con certámenes y concursos de grafitis en todas y cada una de las ciudades de nuestro país. Los hay para todos los gustos: para peques, para gente adulta, para personas en riesgo de exclusión social… Lo que es común en todos esos eventos es el hecho de que llaman la atención de la gente puesto que no son pocas las personas que acuden a ver cómo los artistas realizan su trabajo. Es el mejor síntoma de que el arte tiene la capacidad de llamar la atención.
¿Cuál es la consecuencia directa de esto? Que las empresas dedicadas de una u otra manera al arte, que también envían a cazatalentos a eventos como los que hemos mencionado, quieren disponer de esos artistas en sus plantillas. Ocurre algo parecido a lo que pasa en el fútbol cuando un ojeador acude a un estadio para ver jugar a algún futbolista para ficharlo posteriormente. Y es que, si algo caracteriza a los grafiteros y grafiteras, es la originalidad y la capacidad de las que disponen para ejecutar unos trabajos de primera división, de élite.
Un modelo de arte que va a seguir creciendo
Todo apunta en la misma dirección: que el mundo del grafiti y el arte urbano va a seguir desarrollándose de cara a los próximos años. Cada vez hay una legión más grande de adeptos a este tipo de arte y no cabe la menor duda de que eso va a promover beneficios para todas aquellas personas que se dedican de un modo u otro a esto. Ha influido mucho en esto la popularidad de redes sociales como Instagram, que ponen en valor todo lo que tiene que ver con la imagen y el color, dos aspectos que son de extrema utilidad en lo que respecta al mundo del grafiti.
Solo hay que darle tiempo al tiempo para terminar de descubrir todo lo que el mundo del grafiti tiene preparado para nosotros y nosotras. Todo tipo de públicos valoran ya un modelo de arte como este. Ya no es algo exclusivo y reservado para los jóvenes. Ahora lo es para todo el mundo, como debe ser un arte. Si no es universal, no es arte. Y el grafiti lo es, podéis tenerlo claro.