A los más pequeños de la casa, les gusta divertirse como a los que más. Las fiestas preparadas para ellos, han cambiado en los últimos tiempos. Pasando de celebrarse en las casas con los amigos y algún papa, a convertirse en autenticas fiestas infantiles con todo tipo de detalles. Lo antes solo posible para los más pudientes e impensable para la clase media, es ahora más habitual que nunca.
Desde AEM (Actividades Extraescolares Madrid), profesionales de la animación infantil y todo tipo de actividades relacionadas con los más pequeños, nos han hablado de en que consisten este tipo de fiestas y cual es una de las figuras clave de las mismas.
El sector vive un auge y se encuentra en plena expansión, gracias a la gran oferta y la incipiente demanda. Organizar fiestas infantiles, incluye desde cumpleaños hasta fiestas de Navidad o de fin de curso. Para que estas fiestas sean un éxito, las empresas que las preparan, cuentan con payasos, cuenta cuentos, magos, títeres, castillos hinchables, etc. Pero todo esto no funcionaria sin su maestro de ceremonias particular: el animador infantil. Este profesional, se encarga durante las fiestas de potenciar las capacidades físicas y mentales de los pequeños, a la vez que refuerzan sus lazos afectivos con los amigos y compañeros que asisten a la fiesta.
Uno de los factores añadidos de este tipo de servicio, es que la animación de las fiestas, puede llevarse a cabo en cualquier espacio, abierto o cerrado y para cualquier grupo de niños, ya sea reducido o grande. Aunque las empresas cuentan con un catálogo en el que incluyen su oferta de eventos, la flexibilidad del sector, permite que cada contratante, exponga su idea para llevarla a cabo.
Para los niños, contar con su propia fiesta infantil, es todo un evento que les hace sentirse especiales. Tras cumplir con todas las tareas y deberes de su día a día, premiarles con este tipo de fiestas, donde serán absolutos protagonistas junto a sus amigos, se convertirá en un recuerdo que no olvidarán jamás.
Como ya decíamos párrafos atrás, que la fiesta infantil sea un éxito, depende en gran medida de ese animador infantil que va a encargarse de hacer que el momento, sea inolvidable, divertido y único. Veamos que es en realidad un animador o animadora infantil y que hay que hacer para convertirse en uno de ellos o ellas.
Más que un trabajo, una vocación
Existen formaciones y estudios reglados para formar profesionales en este campo. Su labor encomiable requiere de una capacitación adecuada para el manejo de los chavales que, en según que momentos de la vida, son un tanto ingobernables si careces de las aptitudes necesarias. Aun tratándose de un trabajo que requiere una formación, no es algo obligatorio. Ser animador o animadora infantil, requiere de algo más importante: la vocación.
Tratar con niños no es algo fácil para todo los adultos. Algunos no se entienden entre si, a otros les falta paciencia… trabajar con grupos de niños, no es tarea fácil, es la realidad. Sin embargo, existen estas personas, profesionales y admirables por su labor. Ellas, haciendo gala de su entusiasmo, se encargan de hacer de las fiestas infantiles algo sencillo, espectacular y único. Sencillo por la facilidad de conquistar a su público.
A través de juegos, magia, malabares y un sinfín de actividades que van adaptando a cada evento, los animadores y animadoras infantiles, consiguen sumergir a los pequeños de la casa, en una aventura.
Los trabajos relacionados con niños, desde la enseñanza hasta el ocio, requieren que sus profesionales, cumplan con una serie de requisitos imprescindibles. El entusiasmo, las ganas y por supuesto, esa vocación sin la cual, sería imposible afrontar el trabajo. Si algo tienen los más pequeños, es energía, equipararse a ellos sobre todo en una fiesta de este tipo, es fundamental. Para ello, los animadores y animadoras infantiles, cuentan con ese niño interior que nunca se fue.
Características fundamentales para ser un gran animador
Contar con un público dedicado es lo que más gusta a cualquier espectáculo. Los niños, son dedicados y agradecidos ante cualquier actividad que hagan para ellos, pero a su vez, se trata de un público muy especial y exigente. Si a los niños no les gusta el show, se acabó la fiesta.
Por otro lado, siempre están dispuestos a participar en los juegos y dinámicas que proponga un animador. El animador o animadora, debe saber llevar a los niños por ese mundo de aventura que se ha creado para ellos. Hacerles participar de forma activa y participar con ellos.
Convertirse en un buen animador o animadora, es indispensable, contar con una serie de aptitudes y características entre las que cabe destacar las siguientes:
- Indispensable el buen humor. Básico, elemental y fundamental a la hora de trabajar con niños en una fiesta infantil. Emocionarse ante el trabajo con los pequeños, ante sus sonrisas y espontaneidad, ayuda a disfrutar del trabajo y realizarlo con entusiasmo.
- Creatividad para desempeñar su labor. Un animador o animadora, debe ser creativo, tanto a la hora de organizar los juegos, como hacer bromas o contar chistes. Hay que innovar, a veces se nos olvida que los niños las pillan todas y hay que ir cambiando los juegos y actividades.
- Poseer una gran energía. Ya lo decíamos antes, los niños son energía en estado puro. Las fiestas infantiles, cuentan con un montón de actividades que no solo abarcan el ingenio y la risa, muchas de ellas requieren de energía física para bailar, cantar, correr… Para conectar con ellos, no solo hay que proponer la actividad, hay que participar en ella con el mismo entusiasmo y energía.
- Ser capaz de volver a ser niño para saber que necesitan, quieren y les gusta. Disfrutar junto al grupo de las actividades propuestas y participar activamente, poniéndose a su mismo nivel, interactuando con ellos y alegrando el momento, como uno más.
En resumen, talento, ingenio, dedicación, entusiasmo para desempeñar, junto a los niños, todas esas actividades que a ellos les gustan y les hacen disfrutar. Aprender trucos, juegos y todo lo relacionado con el mundo infantil, capacita a cualquiera que lo desee, para convertirse en un animador o animadora infantil Si te gustan los niños, ¿a qué esperas?