El pádel ya es un fenómeno global

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El mundo del deporte es uno de los que viene siendo, durante los últimos años, más proclive a la globalización con la que avanza o pretende avanza el resto de la sociedad. Está claro que las nuevas tecnologías, acompañadas de la enorme potencia con la que cuenta un elemento como las redes sociales, está permitiendo que se tenga un acceso más libre y más grande que nunca a una cantidad de disciplinas deportivas que es simplemente extraordinaria. Muchas personas, gracias a ello, han encontrado el deporte o la modalidad que al fin les hace felices.

Es eso lo que podría pensar cualquier jugador de pádel en la actualidad. Este deporte, que surge como una variante del tenis, está teniendo una repercusión enorme en todo el mundo, siendo España uno de los países que más acostumbrado está a ello. Cada día son más los que en nuestro país disfrutan de las ventajas y de la diversión que genera un deporte como este. Un deporte del que también la televisión se viene haciendo eco en los últimos tiempos. Y es que no hay nada como un deporte que combina la intensidad con la diversión y la camaradería.

Que el pádel ya es un fenómeno de masas está cada día más lejos de cualquier duda. Así lo demuestra un artículo del diario La Vanguardia, que afirma que no sólo es cada vez más popular este deporte, sino que además está encontrando la fórmula para llegar cada vez a más sectores sociales. Según se apunta en la noticia que acabamos de comentar, los niños están siendo otros de los que se están sumando a la nueva moda. Y lo están haciendo en cada día más países. El pádel es un fenómeno mundial.

Pero, como apuntábamos anteriormente, España está asistiendo a una verdadera explosión de popularidad de este deporte. Todos aquellos que una vez jugaron al tenis ahora están más acostumbrados a lo que implica un partido de pádel. La Federación Madrileña de Pádel ya ha informado en alguna ocasión de que su deporte ocupa la segunda posición en lo relativo al número de practicantes en el interior de nuestras fronteras. No es para menos. Este deporte ha venido para quedarse. Y no acepta otra cosa.

El pádel no es un fenómeno que solo sea español. Se trata de un fenómeno global, que está haciendo que empresas de todo el mundo pongan sus ojos en él. Si bien es verdad que sus dos grandes portavoces han sido España y Argentina, lo cierto es que en otras partes de Europa y América ya se está empezando a desarrollar. Y, aunque sí que es cierto que en un ámbito todavía más pequeño, cabe destacar que África y Asia comienzan a poner los primeros pasos para que este deporte gane popularidad. Así nos lo han contado desde Niberma.

La diversión y el compañerismo, claves en la práctica de este deporte

No hay nada que invite más a la práctica de un juego que la intensidad con la que se viva, la diversión que sea capaz de generar y que el compañerismo sea una constante. El pádel cumple con todos esos requisitos y con muchos más. La verdad es que pocas modalidades deportivas son capaces de generar lo que genera el pádel. Es un deporte que tiene asociado un elemento de intensidad muy fuerte. Por eso es escogido por mucha gente que quiere ponerse en forma o perder peso. El compañerismo (suele disputarse por parejas) y la diversión son constantes.

Son muchos los clubes privados de pádel que han nacido en los últimos años. Clubes privados que no dejan de ser verdaderas empresas, con su plantilla contratada y con un funcionamiento parecido al de cualquier otra entidad que forme parte del sector privado. El mundo globalizado en el que vivimos ha permitido que muchas entidades de países muy diferentes copien el modelo de funcionamiento de los clubes privados españoles para crecer de una manera rápida y sostenible, algo que está permitiendo que se extienda la práctica del pádel a lo largo y ancho del Globo.

La mejor noticia para todas estas empresas es que el futuro de este deporte parece ciertamente brillante. Tenemos la sensación de que en España todavía no ha alcanzado su máximo esplendor. No hace falta ser muy técnico para conseguir divertirse con él. No hace falta ser un crack. Quizá sea por eso por lo que tanta gente se ha enganchado a él. Sea cual sea el motivo, lo cierto es que nos quedan muchos años de pádel por delante. Por tanto, son todavía más los momentos de diversión que nos quedan por vivir.