El plástico siempre ha sido un material de una importancia muy grande entre la población mundial a lo largo de los siglos. Con este material se han fabricado un sinfín de artículos de uso diario que han permitido que nuestra vida sea cada vez más cómoda, más fácil. Es evidente que el plástico ha jugado un papel muy importante en nuestra vida que nadie trata de negar. Pero no es menos verdad el hecho de que ahora es imprescindible que busquemos nuevos usos para este material, que se ha destapado como uno de los más contaminantes.
Hay que tener una base para enfrentarnos a una cuestión así. El plástico va a seguir siendo un pilar muy importante para la vida del ser humano. Hay que controlar su uso y, en su caso, dotarle de características que le permitan no ser un elemento tan nocivo para la sociedad. En el mercado mundial ya estamos viendo cómo las empresas están comenzando a sentirse importantes para paliar esta cuestión, haciendo suya esta lucha y haciendo todo lo posible por usar materiales alternativos.
Uno de esos materiales por los que está apostando cada vez más gente y que cuenta con una aceptación muy importante entre entidades de todos los sectores de esta sociedad es el plástico biodegradable, mucho más respetuoso con el medio ambiente que el plástico de toda la vida y que permite que se esté reduciendo el consumo de ese plástico tradicional del que hablamos. No cabe la menor duda de que este aspecto es clave a la hora de que podamos mejorar un poquito nuestro entorno. Solo con la colaboración en este ámbito de empresas, instituciones de diversa consideración y particulares es posible cumplir ese propósito.
Son muchas las entidades que ya están apostando, como hemos dicho en alguna ocasión, por utilizar plásticos biodegradables a la hora de confeccionar sus bolsas corporativas. Según nos han contado los dirigentes de Bioplásticos Alhambra, las entidades han manifestado tener, de un tiempo a esta parte, una responsabilidad social muy clara con todo lo que tiene que ver la lucha contra el cambio climático y la contaminación del medio ambiente. Esa es una necesidad imperiosa de una sociedad que está viendo, con esperanza, como el mercado global comienza a hacer casos de sus llamadas de socorro.
El consumo de plástico, por las nubes
Es un problema de las sociedades de todo el mundo y que hay que corregir a la mayor brevedad posible. Un artículo publicado en el diario El Nuevo Diario puso cifras al consumo de bolsas de plástico en todo el mundo, algo que situó en 5 billones de bolsas de plástico al año en todo el mundo. Una cifra que, desde luego, asusta y que pone en alerta a todo el mundo acerca de la necesidad que tiene la Tierra de que este consumo de bolsas de plástico sea más reducido.
El diario El Oriente también se hizo eco del estudio de la ONU en el que se habla de estas cifras. Sin embargo, enfocó su artículo en el consumo de bolsas por minuto que hay en todo el mundo, una cifra que se ha situado en 10 millones de bolsas de plástico. Cada minuto, esa es la cantidad de bolsas de plástico que se consumen y que terminan por ser un peligro para la Tierra y, en definitiva y por lo tanto, para todas y cada una de las personas que la componemos.
Hay muchas personas que seguramente os estaréis preguntando cuál es la alternativa para terminar con este problema. De esa alternativa ya hemos hablado en este artículo, y no es otra que la utilización de bolsas de plástico que sean biodegradables. Solo con eso se puede conseguir que el daño contra nuestro medio ambiente sea bastante más reducido, algo que nos congratula que es uno de los aspectos en lo que la mayoría de entidades que componen el mercado moderno ya han pensado.
Son todavía muchos los retos que nos quedan por cumplir. Sin embargo, da la sensación de que ya hemos conseguido que, al menos, sean más las personas y entidades que hayan manifestado su intención de ayudar en este campo y que incluso hayan firmado algún tipo de pacto o compromiso al respecto. Hay que seguir en este camino. Todos y todas lo vamos a agradecer más pronto que tarde. De lo contrario, las restricciones serán cada día un poco mayores y las consecuencias, peores.