En los últimos años han proliferado todas aquellas empresas informáticas y relacionadas con la tecnología que ahora tratan (y con éxito) de comandar el mundo detrás de una pantalla. La cotización de este tipo de empresas en las bolsas internacionales así lo hace saber. Su importancia y la utilidad que encontramos todos los ciudadanos en los servicios que ofrecen son el motivo de su éxito. Y es que la tecnología y la informática ya se han convertido en elementos que no podemos dejar de lado con independencia de cuál sea el sector en el que trabajemos.
Pero la informática y la tecnología guarda bastantes relaciones con las cosas que más tradicionales y ‘viejas’ nos parecen. Uno de esos casos es el que atañe a la limpieza. Y es que, si hay un trabajo que requiere de una limpieza impoluta en todo momento, ese es el de una persona que se encuentra trabajando delante de un ordenador o de cualquier dispositivo tecnológico de última generación. Sin un entorno limpio y cuidado, es imposible mantener uno de estos aparatos.
El portal web Universal ya destacó hace algún tiempo lo que venimos comentando en los dos párrafos anteriores. Este portal recomendó el uso de algunos productos para el mantenimiento de, por ejemplo, un ordenador. Entre ellos, se encontraban el aire comprimido, la grasa para procesadores o pasta térmica, el alcohol isopropílico, cepillos y una aspiradora. Algunos de ellos son tan comunes y tan tradicionales como la vida misma.
La agencia de noticias Europa Press también ha emitido algunas recomendaciones para todas aquellas personas y empresas que necesitan conservar un entorno cuidado como consecuencia del uso de ordenadores en sus oficinas. Entre otras, las mayores recomendaciones son las de limpiar la pantalla con agua destilada y con algo de alcohol, algo similar a lo que ocurre con el teclado (conviene extraer las teclas una a una) y el ratón. Para ocuparse del interior de un ordenador, ya es más habitual acudir a un especialista puesto que se trata de un trabajo mucho más complejo.
Ocurre que, agobiados por el exceso de trabajo y por la falta de tiempo para mantener limpio su entorno, los departamentos de informática de muchas grandes entidades sufren las consecuencias de una falta de limpieza en sus equipos. Esta es una de los mayores problemas de las empresas a día de hoy según indica un reciente estudio llevado a cabo por Servinet del Vallés, una de las entidades encargadas de la limpieza de una parte considerable de los edificios públicos y privados de la ciudad de Barcelona.
La suciedad, principal causante de la falta de productividad
Muchos emprendedores y grandes empresarios andan dándole vueltas a la cabeza para tratar de conseguir una mayor productividad en sus trabajadores, pero pocos de ellos dan con la tecla de que lo más imperiosamente necesario para conseguir esa productividad es no ponerle freno como consecuencia de una falta de limpieza que es la que provoca, en la mayor parte de los casos y también en la mayoría de los empleos, los retrasos que son tan habituales en todas las empresas en la actualidad.
Y es que da lo mismo el tipo de trabajo al que se dedique una persona: sin limpieza no hay productividad. Da lo mismo que su trabajo esté relacionado con las nuevas tecnologías o con la colocación de productos dentro de un almacén. Las consecuencias van a ser siempre las mismas. Si algo tiene la limpieza es que es necesaria en cualquier entorno de trabajo que se precie y es imprescindible para todas las personas que lo desempeñen. La limpieza es, además, un trabajo en equipo. Si una persona no la cuida, todas las que están cerca de ella sufrirán las consecuencias.
Mantener un entorno cuidado y respetuoso con la limpieza y la higiene es una de las claves más desconocidas por parte de la mayor parte de las Direcciones de las empresas españolas para tratar de garantizar la productividad de todos y cada uno de los empleados de las mismas. Por eso es tan importante seguir los consejos de los profesionales que aconsejan mantener limpio el entorno de trabajo a diario, aunque a muchos les siga pareciendo demasiado limpiar una estancia cada día.