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Los servicios de traducción se demandan más que nunca en las empresas españolas

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Hay algunas herramientas que, desde el punto de vista profesional, son de una utilidad extremadamente alta. Tan alta que ni siquiera nos podemos plantear el futuro de nuestra organización o empresa sin ellas. Una de esas herramientas es la que constituyen los idiomas. Sin lugar a dudas, estamos hablando de una de las cuestiones de las que va a depender el grado de profesionalización de un negocio y la cantidad de relaciones internacionales que pueda tener con otras personas y empresas. Necesitamos los idiomas porque, de lo contrario, estamos perdidos en un mundo tan competitivo como en el que nos movemos ahora.

Cuando hablamos de idiomas en un entorno de trabajo, es lógico que el primero del que se nos ocurra hablar sea el inglés. Estamos hablando de la lengua universal, la lengua de los negocios. Es la que se maneja en todos los países del mundo y la que nos permite tener contacto con cualquier empresa del mundo, sea de donde sea. Y es que, además de ser una lengua oficial en muchos países del mundo (algunos de los cuales son los más importantes en términos económicos), el inglés es hablado en muchas más zonas del mundo. Sabiendo esto, ¿Cómo podemos tener la osadía de no imaginarnos nuestro futuro sin un idioma como este?

El inglés es básico, sí, pero cuidado, porque no es la única lengua que es útil para el mundo de los negocios. Hay que tener en consideración cómo es el sistema económico que se encuentra vigente en el mundo para entrever qué idiomas son los más necesarios en cada momento. Si hacemos ese ejercicio, pronto nos daremos cuenta de que hay un país que destaca mucho desde el punto de vista económico y que se sitúa en Asia. Hablamos, como no podía ser de otra manera, de China, del máximo de los gigantes asiáticos. Solo con su extensión ya se puede anticipar el grado de importancia que tiene desde el punto de vista empresarial un país como este.

No nos extraña en absoluto, por tanto, que haya mucha gente interesada en conocer el chino en todos los rincones del planeta. Una noticia publicada en la página web del diario La Razón en noviembre de 2012 así lo confirmaba, asegurando que un 24% de los españoles consideraba que sus hijos deberían conocer el chino como segundo idioma. Un aspecto que es reseñable de este tema es que España se sitúa por encima de la media de la Unión Europea en lo que tiene que ver con el grado de idoneidad que se le ve al chino como segunda lengua estudiada en los centros educativos (frente a nuestro 24%, en la Unión Europea hay un 14% de personas que consideran que sus hijos deberían conocer el chino).

Echando un vistazo al panorama de la Unión Europea, también ha habido otro idioma que ha podido llamar nuestra atención en algún momento. Hablamos del alemán. Es lógico si tenemos en cuenta que, durante la crisis económica que comenzó en 2007, Alemania contrataba a un montón de gente procedente de nuestro país para diversos sectores mientras que aquí la cifra de parados no paraba de crecer. Sin embargo, es verdad que el alemán es un idioma con el que tenemos menos relación que con el inglés e incluso también que con el chino. Así lo hace saber una noticia publicada en noviembre de 2012 en la que se hace referencia a que solo un 2’7% de los españoles hablaba alemán. 

Es cierto que, a la hora de conocer un idioma, no es lo mismo tener un conocimiento general que entrar en alguna cuestión específica. En castellano, muchas veces ocurre que es difícil discernir qué es lo que se está tratando de decirnos con un texto a causa de la existencia en él de muchas frases largas, subordinadas y que contienen un vocabulario muy concreto. En inglés, alemán o chino, la cuestión puede ser parecida a este respecto y, aunque se disponga de ciertos conocimientos en estos idiomas, es necesario que, para un texto concreto y específico, necesitemos un servicio de traducción. Traduspanish es una entidad especializada precisamente en tareas de este estilo y sus profesionales ya han venido incidiendo en que servicios como los que acabamos de indicar son cada vez más frecuentes dada la conexión cada día más grande que existe entre las empresas españolas y las del resto del mundo.

Un punto clave en el éxito empresarial 

Es muy difícil tener éxito en el mundo empresarial si no se cuenta con el dominio de un idioma o si no se dispone de un servicio de traducción para los temas que son más concretos y específicos de cada negocio. La cantidad de puertas que se abren gracias, por ejemplo, al inglés es muy grande y ninguna empresa que se precie puede renunciar a ello si quiere seguir mostrando su competitividad en el sector en el que se encuadra. Ni que decir tiene que esta puede ser la gran diferencia entre conseguir que sea rentable un negocio y que tenga los días contados.

La verdad es que es imprescindible contar con todas las herramientas posibles en un mundo como en el que nos encontramos, en el que es tan sumamente importante competir contra todo y contra todos. La globalización ha hecho que sacar adelante un negocio sea más duro que nunca, pero también nos ha permitido contar con el máximo número de herramientas posible para ello. Conociendo el inglés, se abren muchas posibilidades para conseguir el éxito en un mundo en el que eso está reservado para quienes conocen idiomas. No podemos quedarnos fuera de esa ecuación. Sería el principio del fin de nuestra carrera profesional.

La educación en idiomas es más importante que nunca

España no es una referencia en lo que tiene que ver con la enseñanza de idiomas. El número de personas en España que habla inglés está por debajo del de muchos otros países de la Unión Europea y eso tiene una incidencia importante sobre la competitividad que pueden alcanzar nuestras empresas. Y, como dicen que la primera cuestión que se debe hacer para corregir un problema es reconocer su existencia, toca saber en qué estamos fallando en España en lo que tiene que ver con la enseñanza de cualquier tipo de idioma. La autocrítica es siempre necesaria y, en este tipo de asuntos, más todavía.

Como autocrítica tenemos que decir que, en el interior de nuestras fronteras, hemos priorizado en el aprendizaje de idiomas la realización de ejercicios en los que la prioridad era “rellenar huecos”, dejando de lado otros aspectos más importantes como lo son la redacción, la conversación o la escucha de pistas de audio. Aunque es cierto que todo eso está empezando a cambiar y que estamos empezando a dar con la tecla para enseñar idiomas a través de esas últimas cuestiones que hemos comentado, es verdad que el bajo nivel de inglés que hay en España tiene que ver con la dependencia que hemos tenido tradicionalmente de esos ejercicios de rellenar huecos que poco a poco van cayendo en desuso.

También hay que tener en consideración algo más que hace que la comparación de nuestro país con otros Estados de la Unión Europea sea injusta: España salió de una dictadura mucho más tarde que otros países del continente, así que empezó a abrirse al estudio de otros idiomas más tarde que el resto. Mientras que, en otros lugares, el estudio de un idioma como el inglés comenzó a mediados de siglo o incluso antes de la llegada de la II Guerra Mundial, en España empezamos con el estudio del inglés en serio ya con la democracia. Por tanto, vamos un tanto por detrás del resto y debemos ir poco a poco compensando ese déficit. En ello estamos.

El nivel de inglés en España poco a poco va progresando a medida que vamos introduciendo mejoras en su aprendizaje. Y eso le va a otorgar a la sociedad española una buena cantidad de beneficios que es indispensable valorar. Con un mayor nivel de inglés, las oportunidades laborales de nuestros chicos y chicas van a ser mejores y las empresas de este país van a tener una mayor capacidad para crecer, sobre todo a nivel internacional. Si conseguimos que eso sea posible, el nivel de ingresos mejorará en términos generales y estaremos más protegidos ante cualquier crisis económica que venga a molestarnos.

Los idiomas van a seguir siendo útiles para la sociedad y hay que seguir poniendo todos los medios para estudiarlos y aprenderlos. Que nadie crea que la tecnología va a hacer posible que el ser humano deje de hacerlo, porque no va a ser así. Es imprescindible seguir conociendo idiomas porque las puertas que eso nos va a abrir van a ser muchas y de muy buena calidad. Ojalá que todas las personas tengan la posibilidad de abrir esas puertas y poder disponer de ese modo de una vida que sea mucho mejor.