Si tuviera que elegir entre mis tres destinos favoritos, en el tercer puesto estaría Cádiz. La tacita de Plata es uno de los lugares más maravillosos, por su belleza pero también por la alegría de su gente. El segundo puesto, la medalla de plata, es para San Sebastián. Por su gente, por su bonita ciudad y por su gastronomía. Y la medalla de oro, el primer puesto es para Lanzarote, un lugar desconocido para muchos pero que cuando vas allí tienes claro que vas a repetir.
Luego hay otras ciudades que también me gustan como Valladolid, aunque no tiene nada que ver, Granada, en este caso por sus monumentos y también me gusta mucho San Vicente de la Barquera, la ciudad del norte para mí la más bonita. Pues bien, con estos datos os podéis imaginar que soy una persona viajada, me gusta mucho, pero por encima de todo está Lanzarote. Y os voy a contar las razones, pero sobre todo quiero que sirva de ejemplo, como una guía de viaje.
Fue un viaje que tenía ya pensado con mi mujer y que por fin se pudo hacer. Desde el momento en que pisé esta isla canaria, supe que era un lugar especial. En seguida lo siento, o mejor dicho, lo presiento. Os voy a hacer un resumen y luego lo amplio. Lanzarote me encanta por sus paisajes volcánicos, sus playas doradas y su gastronomía que es única.
Y lo que más me gusta es que no es caro. En mi caso me alojé en Casa Laura, una vivienda de la inmobiliaria Alohey, que la verdad es que es un alojamiento muy espacioso con preciosas vistas al mar y las islas vecinas. Una gozada que siempre que voy intento alquilar.
Un paraíso
El Parque Nacional de Timanfaya es lo más bonito que puedes ver en esta isla. Ese paisaje casi lunar, me dejó sin palabras. La influencia del artista César Manrique también es algo que es maravilloso. Sobre todo por la arquitectura y el urbanismo que le ha hecho. Luego hay lugares como los Jameos del Agua y el Mirador del Río que son una mezcla de belleza y naturaleza.
Y luego está el clima. Para mí es algo muy importante porque tengo un problema en los huesos que los sitios con frío no me van muy bien. Por eso para mi ir a Lanzarote es una gozada. Un lugar que disfruta de unas temperaturas suaves durante todo el año. Y sobre todo, lo que me gusta es la tranquilidad que se respira en la isla, es como estar en un paraíso.
Lo que no te puedes perder
Parque Nacional de Timanfaya. Como os decía, es un paisaje volcánico espectacular donde puedes ver géiseres y lo que más me moló fue lo de sentir el calor bajo tus pies. La verdad es que fue una gozada.
Jameos del Agua Otra cosa que no te puedes perder en tu visita a Lanzarote es esta visita. Es una impresionante cueva volcánica convertida en un centro cultural con un auditorio y un lago natural. La verdad es que de lo que más me gustó.
Cueva de los Verdes. Un túnel volcánico con una historia fascinante y un juego de luces que te sorprenderá. Además hay una leyenda muy bonita y una sorpresa que no puedo contar, tienes que ir a verlo y seguro que luego lo vas a ir contando.
La Geria. Aunque puedas pensar que no, Lanzarote es una zona muy buena para cultivar vinos, así puedes probar vinos locales cultivados en ceniza volcánica. Yo al principio pensaba que no me gustaría, pero cuando lo probé me encantó.
Playa de Papagayo. El paraíso se encuentra en esta playa, os lo digo de corazón, porque es una de las playas más bellas de la isla, con aguas cristalinas y arena dorada.
Mirador del Río: Una zona preciosa diseñada por el famoso César Manrique. Aquí se pueden ver unas vistas impresionantes de la isla de La Graciosa. No te lo puedes perder.
Qué comer
Y como te decía, la gastronomía es otro de los puntos que me encantan para elegir a Lanzarote en el primer puesto. Aquí puedes comer, y os lo digo de corazón, un papas arrugadas con mojo, que es un clásico de Canarias, que no te puedes perder.
Y luego apunta en el menú, un sancocho canario, que es un delicioso plato de pescado salado con batata y mojo. Prueba también el gofio escaldado, que es una mezcla de gofio con caldo de pescado, acompañado de cebolla y queso. Y de postre, un queso majorero, o lo que es lo mismo, un exquisito queso de cabra que se produce en las islas.