Es bien conocido la batalla entre lo analógico y lo digital, y como en toda batalla siempre hay bandos. Una batalla que parece que se está librando hoy es en las escuelas y institutos, en los que el papel está perdiendo relevancia en pro de las tabletas digitales y los textos digitales, en lugar de los libros físicos.
Existen algunos institutos en los que están enseñando a los niños a estudiar y trabajar con las tabletas digitales, dejando en un segundo lugar el uso de libros físicos. El motivo para ello es que, si desde pequeños los niños se acostumbran a la tecnología, no la verán solo como un medio de distracción.
Esta idea está muy bien, porque en el fondo se está enseñando a los niños a ser responsables con el propio dispositivo, y además se les enseña algo tan importante como protegerse de los peligros de Internet. Pero siendo razonables, no parece realmente bueno que se deje de lado los libros físicos, ni si quiera de manera secundaria respecto a las tabletas digitales.
Si bien es cierto que la tecnología tiene que ser algo necesario y habitual para los más jóvenes, no se puede perder el impulso de los libros físicos. Hay que recordar que un libro físico siempre va a generar menos distracciones, tanto si eres niño como si eres adulto. Porque con un libro no tienes notificaciones, no puedes ver Internet y sobre todo te concentras mejor.
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre un estudio que revela que se aprende más leyendo un libro físico que leyendo en un libro digital. Esto es algo que puede ser discutido por muchas personas, y por fin tenemos un estudio científico que revela que los libros físicos son mejores que los libros digitales.
Lo que dicen los estudios
Un estudio realizado por la científica noruega Anne Mangen, que fue publicado en la Revista Internacional de Investigación Educativa ScienceDirect, revela cómo la comprensión de un cuento es diferente cuando este se encuentra en papel que cuando se lee mediante una pantalla.
El estudio denominado «Lectura de textos lineales en papel versus pantalla de ordenador: efectos en la comprensión lectora» tiene el objetivo de determinar cómo el pasaje de un material a otro puede cambiar la forma en que leemos.
Aunque este se centra en los impactos en la comprensión lectora para estudiantes del ámbito escolar en Noruega, permite entender los cambios que la Tecnología crea en todo tipo de lectores.
Los hallazgos de esta investigadora prueban que, tras leer textos impresos, los estudiantes obtienen mejores puntuaciones en sus pruebas de comprensión lectora en comparación a quienes leen textos digitales. Y esto no es de extrañar, ya que el libro físico te permite concentrarte mejor que los ordenadores o tabletas digitales.
Además, esta investigadora plantea que algunos aspectos particulares de la forma en que se estructuran los textos digitales pueden ser los grandes causantes de estas diferencias. Tampoco podemos olvidar que los textos digitales normalmente pueden contener errores, sobre todo si se buscan a través de Internet. Incluso la Wikipedia tiene información que no es exacta. Por el contrario, un libro tiene que pasar unos procesos de comprobación previa la publicación que descartan estos errores.
Uno de los cambios en los hábitos de lectura más evidentes que se han dado con el uso de la tecnología es que obtener la concentración es cada vez más difícil en determinados dispositivos. Con el libro en papel, siempre se pueden silenciar otros dispositivos y concentrarse únicamente en la hoja que se tiene delante. Sin embargo, al leer en los teléfonos móviles es cada vez más difícil evitar las distracciones.
Las constantes notificaciones que llegan, el cambio en la iluminación de la pantalla y la simple tentación de acceder a alguna de las tantas aplicaciones disponibles pueden causar que el foco de atención cambie, y por lo tanto se originen problemas de concentración. Además, no hay que olvidar los problemas con los tonos azules de las pantallas que dañan los ojos.
Un aspecto diferencial de los libros físicos respecto a los digitales es la gran diversidad de los primeros, ya que podemos encontrar libros con contenidos educativos con más facilidad.