Todo lo que no sabes sobre la renta

Renta

Al ser una persona autónoma o empresaria en España, uno se enfrenta a una serie de obligaciones fiscales que es crucial cumplir para mantenerse en la legalidad y evitar sanciones.

Cumplir con estas obligaciones fiscales es fundamental para evitar problemas legales y financieros. Aunque puede parecer una carga pesada, mantener una buena organización y planificación puede facilitar mucho este proceso.

 

¿Qué es exactamente la renta y a qué personas afecta?

Capellas i Associats, asesores para empresas y autónomos en Girona con gran experiencia, nos ha saber que la declaración de la renta es un trámite mediante el cual se informa a la Agencia Tributaria de los ingresos obtenidos durante el año fiscal anterior, así como de las deducciones y retenciones aplicadas. Este proceso se realiza a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

La declaración de la renta afecta a todas las personas físicas residentes en España que hayan obtenido ingresos durante el año fiscal. Sin embargo, no todos están obligados a presentarla.

 

¿Quién sí está obligado a pagar la renta?

  1. Trabajadores por cuenta ajena: Aquellos que hayan recibido ingresos superiores a 22,000 euros anuales de un solo pagador, o más de 14000 euros si han tenido más de un pagador y la suma del segundo y siguientes pagadores supera los 1500 euros anuales.
  2. Autónomos y empresarios: Todos los autónomos y empresarios están obligados a presentar la declaración, independientemente de sus ingresos.
  3. Personas que hayan recibido rentas de capital mobiliario e inmobiliario: Si los rendimientos de estos capitales, junto con las ganancias patrimoniales, superan los 1600 euros anuales, deben presentar la declaración.
  4. Personas que hayan obtenido ingresos por alquileres: Si los ingresos por alquileres superan los 1000 euros anuales, se debe presentar la declaración.
  5. Contribuyentes con ganancias patrimoniales: Si las ganancias patrimoniales superan los 1000 euros anuales, están obligados a declarar.

 

¿Quién no está obligado a pagar la renta?

  1. Trabajadores por cuenta ajena con ingresos inferiores a 22000 euros: Si han tenido un solo pagador o múltiples pagadores y la suma del segundo y siguientes no supera los 1500 euros anuales.
  2. Personas con ingresos de capital mobiliario e inmobiliario inferiores a 1600 euros: Incluidas las rentas inmobiliarias imputadas, dividendos, intereses, etc.
  3. Personas con rendimientos íntegros del trabajo y del capital inferiores a 1000 euros: Si además no han tenido pérdidas patrimoniales superiores a 500 euros.

Es importante revisar cada caso individualmente, ya que puede haber deducciones y circunstancias particulares que cambien la obligación de presentar la declaración.

 

Paso a paso para echar la renta por ti mismo

Es muy importante que tengas muy claro cuál es el procedimiento para echar la renta para que no tengas complicaciones en el camino:

  1. Antes de empezar, recopila toda la documentación necesaria. Esto incluye certificados de ingresos, retenciones, facturas, recibos de gastos deducibles, etc.
  2. La Agencia Tributaria ofrece la herramienta Renta WEB, accesible a través de su página web, para realizar la declaración online. Necesitarás tu DNI electrónico, certificado digital, o la Cl@ve PIN para acceder.
  3. Una vez dentro de Renta WEB, puedes importar tus datos fiscales proporcionados por la Agencia Tributaria. Revisa detenidamente estos datos para asegurarte de que son correctos y completos.
  4. Añade o actualiza tus datos personales y familiares, como el estado civil, número de hijos, etc., ya que esto puede afectar a las deducciones y reducciones aplicables.
  5. Introduce todos los ingresos obtenidos durante el año, así como los gastos deducibles. Esto incluye ingresos por trabajo, actividades económicas, alquileres, inversiones, etc. y gastos como cuotas de autónomos, gastos de oficina, seguros, etc.
  6. Aplica las deducciones y reducciones correspondientes a tu situación. Pueden ser por adquisición de vivienda, alquiler, donaciones, planes de pensiones, etc.
  7. Una vez completada, revisa detenidamente toda la información. Asegúrate de que no haya errores ni omisiones.
  8. Si todo es correcto, puedes enviar la declaración. La plataforma te permitirá descargar un borrador y presentar la declaración de manera telemática.
  9. Tras enviar la declaración, guarda el justificante de presentación. Este documento es importante en caso de que necesites hacer cualquier reclamación o consulta.

Realizar la declaración por ti mismo te permite tener un control directo sobre tus finanzas y entender mejor tu situación fiscal.

 

También puedes delegar este proceso en un asesor

Aunque es posible hacer la declaración de la renta por uno mismo, delegar este proceso en un asesor fiscal puede ser una opción muy conveniente, sobre todo para aquellos que no dominamos demasiado bien este tipo de cosas… como es mi caso.

  1. Los asesores fiscales están al día con la legislación fiscal y sus modificaciones. Esto asegura que tu declaración sea correcta y cumpla con todas las normativas vigentes.
  2. Realizar la declaración de la renta puede llevar mucho tiempo, especialmente si no estás familiarizado con el proceso. Un asesor sabe lo que se hace y no cometerá errores.
  3. Un buen asesor puede ayudarte a identificar todas las deducciones y bonificaciones fiscales a las que tienes derecho, optimizando así tu declaración y posiblemente reduciendo el importe a pagar o aumentando la devolución.
  4. Los errores en la declaración pueden resultar en sanciones o en la necesidad de realizar correcciones. Un asesor fiscal reducirá el riesgo de errores y se encargará de cualquier corrección que sea necesaria.
  5. Si la Agencia Tributaria decide revisar tu declaración, tener un asesor fiscal puede ser de gran ayuda. Ellos pueden representarte y responder a cualquier requerimiento de manera eficiente.

Para delegar este proceso, simplemente debes proporcionar al asesor toda la documentación necesaria y permitirle el acceso a tus datos fiscales. La inversión en un asesor fiscal puede ser muy rentable al evitar errores y optimizar tu situación fiscal.

 

Consecuencias de no hacer la renta

No realizar la declaración de la renta puede tener serias consecuencias legales y financieras:

  1. La Agencia Tributaria puede imponer multas que varían en función del tiempo de retraso y de si la declaración se hace voluntariamente o tras un requerimiento. Las sanciones pueden oscilar entre el 50% y el 150% del importe no declarado.
  2. Además de las multas, la Agencia Tributaria aplica intereses de demora sobre las cantidades no pagadas a tiempo. Estos intereses se calculan desde el día siguiente al vencimiento del plazo de declaración hasta el día de pago.
  3. No presentar la declaración a tiempo implica la pérdida de ciertos beneficios fiscales, como deducciones por adquisición de vivienda, por alquiler, por donaciones, etc.
  4. En casos extremos, si no se abonan las cantidades debidas tras los requerimientos pertinentes, la Agencia Tributaria puede proceder al embargo de bienes y cuentas bancarias para cubrir la deuda.
  5. El incumplimiento reiterado de las obligaciones fiscales puede llevar a problemas legales más graves, incluyendo la apertura de procedimientos judiciales por fraude fiscal.
  6. Si te corresponde una devolución por haber pagado de más durante el año, no presentar la declaración impedirá que recibas ese dinero.

Es crucial cumplir con esta obligación para evitar estos problemas.

Si tienes dificultades para realizar la declaración, siempre es mejor buscar ayuda profesional que arriesgarse a enfrentar estas consecuencias.

 

Preguntas frecuentes sobre la renta

Aquí respondo algunas de las preguntas más comunes sobre la declaración de la renta:

  1. ¿Cuándo se debe presentar la declaración de la renta? La declaración de la renta se presenta generalmente entre abril y junio, dependiendo de las fechas específicas que la Agencia Tributaria establece cada año.
  2. ¿Puedo modificar mi declaración una vez presentada? Sí, puedes presentar una declaración complementaria o rectificativa si descubres errores o información omitida después de haber enviado la declaración inicial.
  3. ¿Qué ocurre si he cometido un error en mi declaración? Si detectas un error, debes corregirlo lo antes posible presentando una declaración rectificativa. Si la Agencia Tributaria detecta el error antes que tú, puede imponer sanciones.
  4. ¿Qué documentos necesito para hacer la declaración? Necesitarás certificados de ingresos y retenciones, facturas de gastos deducibles, extractos bancarios, justificantes de inversiones, etc.
  5. ¿Cómo puedo saber si tengo que hacer la declaración? La Agencia Tributaria envía una comunicación a aquellos contribuyentes que están obligados a presentar la declaración. Además, puedes verificar tu situación en su página web.
  6. ¿Qué sucede si no presento la declaración a tiempo? Si no presentas la declaración en el plazo establecido, enfrentarás sanciones y tendrás que pagar intereses de demora sobre las cantidades adeudadas.
  7. ¿Puedo hacer la declaración conjunta con mi pareja? Sí, si estás casado o tienes una pareja de hecho registrada, puedes optar por hacer la declaración conjunta. Esto puede ser beneficioso en algunos casos, pero es recomendable hacer una simulación para ver qué opción es más favorable.
  8. ¿Cómo se aplican las deducciones autonómicas? Cada comunidad autónoma puede establecer sus propias deducciones. Es importante revisar las normativas autonómicas para aprovechar todas las deducciones aplicables.

 

¿Has de echar la renta o no?

En resumen, si has tenido ingresos significativos durante el año, es muy probable que debas presentar la declaración de la renta. Si eres autónomo, empresario, has recibido rentas de capital, alquileres, o has tenido más de un pagador y superas ciertos límites, estás obligado a hacerlo. Verifica tus circunstancias específicas para estar seguro, y si tienes dudas, consulta con un asesor fiscal para evitar sanciones y problemas legales.

Cumplir con esta obligación es fundamental para mantener tus finanzas en orden y evitar complicaciones futuras.