Turismo Sostenible en Cataluña

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En 2017 la ONU decidió proclamar ese año como el año oficial del Turismo Sostenible consciente de la problemática de la oleada de turistas internacionales que viajan por todo el mundo. De este modo, las Naciones Unidas, desde la Organización Mundial del Turismo (OMT) declaró el 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Ban Kimoon, Secretario General de la ONU declaraba que “con más de mil millones de turistas internacionales viajando por el mundo todos los años, el turismo se ha convertido en una importante fuerza transformadora que tiene una influencia decisiva en la vida de millones de personas.”

De ahí que se consideren todas las posibilidades de desarrollo que ofrece el Turismo y el interés que despierta este sector a la hora de generar empleo dando orígen así a numerosos proyectos que navegan en esta dirección de Turismo Slow.

Una interesante iniciativa es la de la plataforma Celicity que reúne una guía de restaurantes y lugares específicamente seleccionados para celíacos.

Slow Travel: Hoteles Boutique

El sector hostelero también ha tomado nota de esta tendencia con la proliferación de alojamientos que ofrecen estancias de lujo y una excelente atención al cliente.

Esto es lo que promueve el Slow Travel un movimiento que comenzó por la cocina en los 80 de manos de Carlo Petrini, como contraposición de la comida rápida.

En el caso del slow travel este se refiere tanto a la forma de viajar como a nuestra actitud al hacerlo. Y es que con la proliferación de viajeros que eligen destinos exóticos y no paran de viajar a todas partes del mundo.

Lo que diferencia a alguien que elige esta forma de viajar es que el objetivo no es haber ido a muchos destinos sino pararse realmente a disfrutarlos.

Viene un poco de la idea de que muchas veces viajamos al otro lado del mundo para darnos cuenta de que desconocemos muchos rincones de nuestro propio hogar.

Por ello, al viajar de esta manera lo que hacemos es cambiar nuestra mentalidad, algo que debemos hacer más bien antes de viajar. En lugar de organizar un viaje maratoniano lleno de actividades sin fin con lo que sólo nos llevaremos una impresión más superficial del lugar, con este estilo de viaje se busca una planificación que profundiza más en el origen y cultura del destino.

Digamos que, más que un turista, quien realiza Slow Travel es un viajero. Alguien que gustará de alojarse en hoteles pequeños, en lugar de resorts o grandes hoteles.

Alguien que disfrutará más de visitar entornos naturales y rurales y alejarse de las grandes ciudades. Alguien que optará antes por callejear y pasear por la ciudad en bici que de coger el coche y que se olvidará del mapa para perderse por la ciudad.

Alguien que no tendrá problema al desviarse de la ruta establecida y descubrir nuevos lugares, estando abierto a la improvisación y que hará fotos con la mirada más que con la cámara. Por supuesto, el objetivo no es el de sacar miles de fotos sino solo aquellas que reflejan momentos especiales y únicos del viaje.

Este tipo de viajero no mirará el reloj, tiene un concepto diferente a la hora de medir el tiempo, que no se mide en minutos sino en momentos disfrutados y compartidos.

Además de que este tipo de viajero pondrá especial interés en conocer a gente autóctona y hablar con los locales buscando integrarse.

De ahí, que lo hagamos sin prisas y con calma. Además de la predilección por hoteles apartados de las masificaciones, hoteles en la naturaleza, tranquilos o bien hoteles boutique. De esta manera, la experiencia que tendremos  será radicalmente diferente a la que tendríamos al alojarnos en un Hotel más masificado. Por ello, este viajero gustará de navegar por el portal Ruralzoom, especialistas en Turismo rural en Extremadura y demás comunidades autónomas españolas, donde encontrará múltiples opciones de alojamiento a la medida de sus gustos y necesidades.

El objetivo es el de brindarnos la oportunidad de tener una experiencia mucho más personalizada y exclusiva, y una forma de turismo diferente en la que se apuesta por disfrutar en profundidad en lugar de hacerlo de una manera más superficial.