Los trabajos en altura son una de esas profesiones realmente desconocidas y poco valoradas, pero que por su importancia y peligrosidad juegan un papel clave en la sociedad. Aunque también se realizan trabajos en altura que se consideran “fáciles”, como por ejemplo la limpieza de cristales en rascacielos, que en realidad tienen un peligro considerablemente alto.
Este tipo de trabajos en altura se definen como todo aquel que supere los dos metros de altura, por lo que podemos ver que dentro de este tipo de trabajo se incluyen una gran cantidad de labores potencialmente peligrosas. Pero lo que se debe de tener en cuenta es que todo este tipo de trabajo una serie de materiales específicos para que no haya accidentes y por encima de todo una planificación específica.
La planificación de los trabajos en altura es un aspecto muy importante, ya que no siempre se utilizan los mismos tipos o maneras de asegurar a un trabajador. Dependiendo de si el trabajo en altura es vertical o horizontal, de la manera en la que las superficies están dispuestas y de si hay otros riesgos, se necesitan líneas de vida o anclajes diferentes.
Veamos un ejemplo de esto último, un edificio con una forma particular es el rascacielos InTempo situada en la turística ciudad de Benidorm. Este edificio destaca por tener dos torres separadas en la parte baja del edificio, pero que se unen en la parte alta a través de un cono, haciendo una característica forma de M.
Este rascacielos de 193 metros se empezó a construir justo con la explosión de la burbuja inmobiliaria, pero lleva abandonado y falta alrededor de un 5% para que se termine de construir. En este rascacielos predominan una gran variedad de elementos de vidrio que para su colocación han tenido que realizarse mediante trabajos en altura.
Para ello, se ha tenido que hacer una planificación magistral por medio de la empresa alicantina Traltur, una empresa formada por un grupo humano multidisciplinar con una amplia experiencia y trayectoria en la gestión integral de los Trabajos en Altura en Alicante, prevención, seguridad, formación y ejecución de obras.
El cuidado del equipo de protección personal
La correcta correcta utilización del equipo así como su correcto almacenaje y conservación son una parte muy importante para asegurar su eficiencia. Los epp deben mantenerse en adecuadas condiciones de seguridad e higiene durante todo el tiempo que deban estar utilizándose. Si alguno sufre algún tipo de deterioro será necesaria su sustitución.
Es necesario realizar una limpieza, desinfección, mantenimiento y reposición, dichos productos deben ser facilitados por el fabricante del equipo, que es quien los debe incluir en el folleto informativo que entrega al comprador junto al epp. El folleto debe estar a disposición de los empleados que vayan a utilizados dichos epp.
Para un correcto uso y mantenimiento se debe tener en cuenta los siguientes puntos del folleto informativo, como las instrucciones de uso, almacenaje, limpieza o mantenimiento; las clases de protección frente a los niveles de riesgo y los límites de utilización; la fecha de caducidad, que deberemos apuntar en un calendario para recordarnos cuando tenemos cambiar el material; y por último, los accesorios y repuestos.
Es necesario señalar, que una incorrecta utilización o una deficiente conservación de los epp puede generar riesgos añadidos a los trabajadores, debido a alteraciones de la función protectora, falta de higiene en el equipo o molestias e incomodidades del usuario.
El epp deberá ser llevado por el trabajador durante el tiempo que se estime oportuno, ya que se demuestra que el hecho de portar el equipo durante un periodo más corto del que se ha establecido previamente supone un decrecimiento exponencial del grado de protección, siendo en la práctica equivalente a no haber llegado a utilizar dicho equipo de protección personal.
Todos los equipos de protección personal son de uso personal, como su nombre indica, pero si las circunstancias exigiesen la utilización de un mismo equipo por diferentes personas, se tendrá que garantizar que el grado de adaptación a cada una de ellas sea tal que permita protegerlas a todas, al menos, por encima del nivel de protección aceptable predeterminado durante la realización de una evaluación del riesgo.