Cuando hablamos de catering hay que ser conscientes de la importancia. Os voy a contar mi experiencia. En mi caso pasé bastante tiempo pensando en montar un pub tranquilo, tipo irlandés en un pueblo de la sierra llamado Guadarrama. En esta población se realizan los fines de semana muchas actividades, siendo un lugar donde hay un gran porcentaje de la población de clase alta, lo que es algo importante cuando se busca tener un pub tranquilo y destinado a poner buena música en un ambiente tranquilo.
No lo tuvimos tan fácil a la hora de dar con un local pues la oferta no era demasiada y gran parte de los propietarios no eran conscientes de la imposibilidad de pagar lo que pedían, un mal que suele ser más frecuente de lo que se piensa especialmente ahora que ha mejora la economía.
Al final pudimos encontrar uno que se ajustaba a nuestras posibilidades y acordamos con el propietario en una zona que era buena entre en centro de la población y las afueras.
La reforma que realizamos entre unos asuntos y otros se dilató más de lo esperado, llevándonos más de 6 meses, puesto que teníamos claro que el pub tenía que tener una acústica de gran calidad y así tampoco podríamos molestar a la vecindad.
El pensamiento que teníamos era como es lógico, trabajar duramente y luchas porque de jueves a sábado contásemos con una lista de conciertos que fuera interesante para que la gente de la serie y de Madrid capital con ganas de estar en un sitio diferente nos visitaran.
Los años de trabajo en un sitio de jazz en Vitoria me daban el conocimiento necesario para que la experiencia que pudiésemos dar a los amantes de la buena música fuera completa.
Una inauguración por todo lo alto donde algunos contactos con los que contaba os llevaron a poder contar con un músico de jazz canadiense de lo más prestigioso que hacía ya cerca de una década que no visitaba nuestro país. Tocaría en nuestro pub, todo un reclamo para empezar con el mejor pie.
Además, conseguimos que Jameson, la famosa marca de Whisky patrocinase el evento y pudimos contar con un periodista de Radio y otro músico de jazz español. Solo nos quedaba el catering, donde buscando en la red vi una empresa que casualmente fue la que organizó un acto de una empresa en la que trabajaba mi hermana. Su nombre era la Frolita, que estaba en Madrid y además de lo que pude comprobar, también reafirmo mi opinión las buenas opiniones que tenían los usuarios de ella, a lo que se sumaba el hambre que me entraba viendo los ricos platos que aparecían en su web.
Cuando les llamé, me dijeron que ellos llevaban ya años en Madrid, cuando les conté que iba a montar el negocio, también me comentaron que ellos también empezaron desde cero y fueron creciendo, ampliando su carta y demás servicios como el que realizan de catering a domicilio.
Ellos aplicaron su interés por la comida argentina en todos los ámbitos y ya sabemos que la comida en ese país es muy famosa por su calidad y sabor.
A la hora de trabajar, pudimos ver el conocimiento y lo atentos que estuvieron a todos los detalles, implicándose en que todo saliese bien y siendo puntuales, algo que siempre es importante.
Nos comentaron también que tenían un servicio diferente, el particular de catering que es algo que no todas las empresas del sector, un catering para diario, el cual es un nicho de mercado con una alta demanda y donde hay pocos negocios capaces de cubrirla.
Un buen ejemplo de éxito y buen hacer empresarial
Todo esto se notó en el servicio que realizan, donde sinceramente se advierte algo que podemos tomar nota muchos negocios y es el gusto por personalizar los servicios, adaptarse a lo que busca el cliente y tener una puntualidad exquisita.
Al final en todo negocio hay que saber el tipo de servicio que necesita tu clientela y hacer lo imposible por proporcionárselo y que salgan satisfechos, esa es realmente la clave para que cualquier empresa tenga todas las papeletas para el éxito.