Presumimos de vivir en una sociedad que está globalizada y que es interdependiente. Esto, por supuesto, tiene una serie de ventajas que no podemos permitirnos el lujo de perder, pero no nos tiene que hacer perder de vista el hecho de que la sociedad también depende de procesos, trabajos y objetos que ya eran necesarios hace muchas décadas en este mundo. Está muy bien que la tecnología e Internet se hayan desarrollado tanto de un tiempo a esta parte. Eso hace del trabajo algo mucho más eficiente y eficaz. Pero hay vida más allá de eso.
En este artículo, queremos poner en valor uno de esos ‘objetos’ que tan valiosos han sido para las sociedades modernas y que ahora, con la llegada de la globalización, lo siguen siendo. Hablamos de la carretera, esa vía y nexo de unión entre ciudades, entre fábricas, entre culturas. Por mucho que compremos por Internet, es completamente imposible que exista el comercio electrónico si no existen carreteras fiables que permitan hacer cómodo y más barato el transporte de las mercancías que hemos pedido. El consumo tradicional, por cierto, tampoco sería el mismo sin un sistema de carreteras bien estructurado y fiable. En España, se movería mucha menos gente para hacer turismo, por ejemplo.
Sin duda, la construcción o remodelación de carreteras o autopistas sigue siendo una de las principales inversiones en el seno de un Estado. Las comunicaciones son más baratas, rápidas, eficaces y posibles que antes gracias a Internet, cierto, pero nunca puede olvidarse la importancia que tiene poder moverse físicamente de una ciudad a otra por un terreno seguro. Eso también juega un papel muy importante a la hora de que los ciudadanos y ciudadanas de una determinada zona del mundo ganen en calidad de vida.
Es cierto que el desarrollo tecnológico ha sido muy importante en lo que tiene que ver con la construcción de carreteras, autopistas e infraestructuras en general. Nos lo dicen desde Aglomerados GB, cuyos profesionales han manifestado en repetidas ocasiones que la fabricación del alquitrán es ahora más segura, más fácil y más eficiente que hace un par de décadas como consecuencia de ese paso hacia delante que ha dado la tecnología en todo el mundo. Eso ha sido realmente básico para proporcionar una mayor seguridad y eficacia a actividades tan tradicionalmente importantes para España como el transporte de mercancías.
España, un país de transporte de mercancías por carretera
Nuestro país tiene una gran dependencia en lo que tiene que ver con esta modalidad de transporte de mercancías por carretera. Lo dice así una noticia a la que hemos tenido acceso gracias a la página web del diario El Confidencial. Y es que el 95% de las mercancías que se mueven en el interior de nuestras fronteras lo hace por carretera, por camión o furgoneta. Solo Malta, Irlanda o Grecia tienen una dependencia mayor en todo el continente. Como podréis deducir, que se haya producido un avance tecnológico en lo que tiene que ver con la remodelación o construcción de carreteras es básico para que este modelo de transporte sea más seguro, eficaz y, en resumidas cuentas, mejor.
Es curioso el dato que os hemos proporcionado en el párrafo anterior, sobre todo por el hecho de que España dispone de una cantidad tremenda de costa y, aún así, el transporte de mercancías por carretera dispone de un porcentaje muy grande sobre el total del negocio. En ese sentido, el hecho de tener unas carreteras de primera categoría ha hecho posible que se multiplique la cantidad de toneladas de carga que transportan cada año los camiones y las furgonetas de este país. Una carretera nueva y segura termina abaratando los costes porque reduce los riesgos de accidente y el deterioro paulatino de los vehículos.
El transporte de mercancías es un barómetro perfecto para saber en qué estado se encuentra la economía de un país. Si existe un gran volumen de carga distribuido a lo largo de un año, es muy posible que los datos económicos relativos a ese ejercicio económico en ese país hayan sido muy positivos. Si el transporte no vive un año de bonanza, podemos empezar a temer la llegada de una crisis.
Estamos convencidos de que el transporte va a seguir construyendo uno de los pilares de la economía española y mundial durante muchos años más. Y se ha convertido en un negocio de lo más eficaz y rentable gracias al conjunto de tecnologías que han hecho posible que exista un alquitrán más seguro para nuestras carreteras. Nunca hemos valorado en la medida de lo que se merece lo importante que esto resulta disponer de una buena red de carreteras y comunicaciones por tierra y es hora de que así sea.